MOMENTOS DE MEDITACIÓN
Azares de la
vida, cosas del destino, ironías de la suerte,
la pendiente de la vida,
el nidal donde me crecieron las alas;
el rincón donde vi la luz del mundo,
mi origen, mi punto de partida.
No es el momento que me place,
me cobijo a su
abrigo tierno,
peregrino sin
un pedazo de tierra.
Fuerza misteriosa,
agua de un jardinero que riega.
Suelo sagrado, mi infancia,
regazo maternal,
protectores y ángeles custodios;
reposo eterno de mis restos inanimados,
entrañas virginales.
Este terruño se
yergue señorial
testigo fiel de
la quietud y concordia;
los prejuicios y las vanidades inútiles
no tienen
cabida.
Me gusta
aquella monotonía habitual,
el cantar de
las aves, el silbido de los pajonales.
Un pájaro
cantor de la madrugada, no conoce la melancolía.
Llamadas
pujantes, ojos puros, saludos desinteresados,
el sol del mediodía.
Transcurren los años,
se acrecientan
mis ansias, me siento huérfano de atención.
La suerte de mi terruño, el porvenir de mis hermanos,
la melancolía aletarga mi alma,
momentos de meditación.
Fénix!!!
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