LAS ESENCIAS NO EXISTEN
REPRESENTACIONES Cuando decimos mundo ¿sabemos realmente a qué nos estamos refiriendo? Cuando decimos persona ¿a qué nos referimos? O en todo caso, cuando decimos carpeta ¿de qué estamos hablando realmente? ¿Alguien ha visto realmente un mundo, una persona, una carpeta? Todas estas preguntas nos incitan a pensar en aquello que realmente sostiene casa objeto o sujeto. Pero si nunca hemos visto un mundo, una persona o una carpeta ¿cómo podemos hablar de estos con tanta certeza? No se trata de dudar de cada cosa, sino que la certeza debe permitirnos el cuestionamiento y la interpelación. Es como cuando todo está caminando maravillosamente, llega un momento en el que paramos, porque tenemos miedo que todo sea tan maravilloso. Entonces, empezamos a preguntarnos si realmente la realidad externa tiene un sustento o una base para ser lo que es. Partamos de este principio: nadie ha visto la mundoneidad, la personeidad, tampoco la carpeteidad. De aquí, se puede decir que aq...