SIMULACIÓN Y DISIMULACIÓN

Me atreveré a hablar en plural, a veces, me siento una multitud.
Caminamos por los trayectos de la vida, intentando, configurar una determinada identidad o identidades sobre nosotros mismos, es decir, tratamos de construir algunas líneas acerca de quiénes somos. De pronto, la complejidad o simplicidad de los acaeceres cotidianos parecen hacernos perder el horizonte, o en todo caso, parecen desviarnos de aquello que, fehacientemente, perseguimos. Es así como los sucesos de la vida se convierten en eventos perversos.
A través de un sinnúmero de  peripecias, odiseas, oasis emocionales, páramos mentales, fantasmagóricamente, creemos saber quiénes somos, pero al mismo tiempo, quiénes no somos, también.  En algunos casos, las realidades parecen encapsularnos y convertirnos en víctimas de sus caprichos, pero afortunadamente, tenemos la capacidad de metamorfosear circunstancias de diferente índole, no en busca de una identidad, sino en busca de identidades que nos permitan ser permeables y adaptables al medio en el que nos desenvolvemos. Así caminamos por la vida, a veces, intentando ser aquellos, otras veces, intentando ser nosotros, a veces, pensando en lo que los otros quieren de nosotros, o en todo caso, pensando en aquello que socialmente es aceptado, entonces, es un imperativo casi ineludible ser para complacer o al menos ser para compartir la algarabía de la mayoría o la monotonía de la normalidad.
Entonces, las realidades tanto internas como externas nos exigen y nos insertan en un espacio lúdico de composición y descomposición de características, conductas, comportamientos y actitudes personales y efímeras. Afortunadamente, somos seres mutantes. Hoy somos lo que nunca fuimos, mañana seremos lo que no somos y fuimos lo que nunca quisimos ser. Construimos historias, discursos, narraciones que, momentáneamente, nos permiten seguir creyendo, que al menos tenemos frente a nosotros,  realidades  vertiginosas, pero atractivas. Ayer me preguntaron quién soy, yo contesté que soy una posibilidad posible, hoy me preguntaron quién soy, yo contesté que he dejado de ser una posibilidad, posiblemente, mañana me pegunten quién soy y quizá conteste que soy nada. Es una alegría desbordante, es un júbilo inmenso ser nada, ya que así es como empiezo a ser algo.
Así vamos por la vida, siendo y no siendo. Hoy estamos alegres, mañana estaremos tristes, hoy sabemos quiénes somos, mañana no sabremos quiénes somos. Hoy reímos,  mañana lloraremos. Hoy nos hemos encontrado con nuestra mismidad, mañana nos enajenaremos. Hoy somos normales,  mañana seremos anormales. Hoy somos una realidad, mañana seremos un espejismo. Hoy somos objetivos, mañana seremos subjetivos. Hoy construimos,  mañana deconstruiremos. Hoy tenemos un rostro, mañana seremos desfigurados. Hoy somos concretos, mañana seremos abstractos. Hoy somos subjetivos, mañana seremos intersubjetivos. Hoy somos conocidos, mañana seres desconocidos. Hoy tenemos identidades, mañana las perderemos. Hoy somos nosotros,  mañana seremos otros. Hoy disfrutamos de la cordura, mañana disfrutaremos de la locura. Hoy somos potencias, mañana seremos actos. Hoy somos substancias, mañana seremos accidentes.

Entonces, ¿Quiénes somos? De una manera prematura puedo decir que somos una conjugación de simulación y disimulación.

Fénix!!!

Comments