UNA REALIDAD REAL
A veces, el tiempo parece ser una ráfaga o una idea que no encuentra un mundo, entonces, como una acción de venganza se esfuma en un abrir y cerrar de ojos. el tiempo se va pero también regresa para hacernos recordar momentos inefables, sublimes e inconmensurables. Por eso, cada año con el alma pletórica de emoción visito el lugar que me cobijo en sus entrañas virginales por 16 años, vuelvo a este pueblo a cobijarme bajo su tierno abrigo cada vez que llego cual peregrino sin un pedazo de tierra. Este Viernes, volveré otra vez a aquel generoso terruño para disfrutar del aire fresco, de las sonrisas inocentes, de las palabras preñadas de verdad y ternura y para crear momentos de algarabía dentro de aquel rincón que me vio nacer. este pueblo inolvidable forma parte de lo que soy ahora, de mi identidad, tal vez de mi manera de percibir otras realidades por eso, este pedazo de tierra es una alfombra adornada con dibujos impecables que me transportan al vientre de la satisfacción y del parox