ROLISMOS

EL VAPOR DE LA VIDA Aquellos lejanos días.  Escribimos muchas memorias.  Nos cobijan debajo de sus alas congeladas,   envenenan nuestras historias.   Hemos escrito,   hemos leído nuestros corazones,  hemos tenido miedo a la fragilidad de nuestra memoria, nuestros pies han sangrado,  nunca hemos mirado hacia atrás,  vale la pena sufrir  unas gotas de dolor nos visten de gloria.   No sé si recordaremos esos días,   un manto suave,  nuestros pies son llamas que purifican, no dejaremos huellas, el vapor de la vida se elevará, será un maná.   Aquellos días   no volverán, me gustaba mucho sus batallas encarnecidas por el placer, recuerdo su contingencia y lloro;   mi nostalgia es abrumadora, el instrumento de la vida me dice cuanto los añoro.   Sí, esos días pletóricos de algarabía, su solemnidad altruista en una eucaristía. Aquellos días serán la voz de un profeta,  la palabra de Dios leída como pan de vida. Fénix!!!

LO EFÍMERO Ayer divisé una estrella matutina.  Hombre tranquilo en esta vida y en la eternidad.  El ápice de un gigante en gestación,  se ufana de su invencibilidad.   Aquella estrella matutina sonreía,  prodigios y porvenires halagüeños;  las flores  se marchitan y mueren. La inocencia y la virginidad son efímeras.   Hoy la veo cual hoja caída de un árbol,  un juguete del viento;   he respirado,  he re-dibujado aquella estrella en el tiempo.   Todo tiene sus hilos de imperfección; las bellas ilusiones en el panorama de mi imaginación desaparecen al  soplo de una fatalidad. Quiero seguir  soñando,  divisando la fruición de esta vida con la eternidad.   Estrella matutina,  fraguada en el crisol de los siglos;  panegírico de los  muertos,  acicate de los vivos. Fénix!!!!

QUIERO ENCONTRARLO Ayer fui a caminar  vi a unos hombres cubriéndose la cara,  sus manos trémulas y ásperas, son ellos, la vida los ha humillado  la muerte los ha olvidado.   A veces levantan sus ojos,  su corazón sediento, una oración matinal. Ellos tienen miedo, quieren matarme,  tienen miedo que el mundo sea real.   ellos caminan cabizbajos,  Levanten la frente,  iluminan los hábitos de la mente. Los he visto, no me he compadecido, he caminado con ellos, cobardemente he huido. He huido. Soy cobarde,   tengo miedo de no ser yo.  Una antorcha encendida, amo la longevidad,   nuevos horizontes.  En su taciturno mundo yo no me quedo.   Esa luz bendita:   inteligencia, fuerza y voluntad.  Hace lo que es bueno,  rica y pobre,  poderosa y  humilde luchadora y pacífica. Es ella.   La luz   su fuego irradiará, me agobia el  tiempo para mirar por él  lo encontraré;  mi luz fenecerá. Fénix!!!!!

UNA INSEGURIDAD SIN FRONTERAS Seguro,  soy inseguro,  a veces me siento muy seguro. Una idea mía mueve todo el  universo, me escondo como un chico inmaduro.   Construyo mi propio mundo,  todo vuelve a la nada. Soy inseguro, exijo mucho, los cielos se abren, yo bajo la mirada.   Me gusta ser inseguro,  medir lo invisible,  exigir un poco más,  ser dueño de lo imposible.   ¡Inseguridad! Un tipo posesivo. Ella  me conduce a lo privado, bendito fuego, me mantiene vivo.   Un psicólogo: actitud infantil, un filósofo: certezas, mi madre:  lo tengo todo, un religioso:  asperezas.   Consigo mucho, más inseguridad  quiéreme cuanto quieras.  Nací de la duda,   una inseguridad sin fronteras. Fénix