ALGARABÍA

EL VAPOR DE LA VIDA

Aquellos lejanos días.
 Escribimos muchas memorias.
 Nos cobijan debajo de sus alas congeladas,
  envenenan nuestras historias.
 Hemos escrito,  hemos leído nuestros corazones,
 hemos tenido miedo a la fragilidad de nuestra memoria,
nuestros pies han sangrado,
 nunca hemos mirado hacia atrás,
 vale la pena sufrir
 unas gotas de dolor nos visten de gloria.
 No sé si recordaremos esos días,
  un manto suave,  nuestros pies son llamas que purifican,
no dejaremos huellas,
el vapor de la vida se elevará, será un maná.
 Aquellos días  no volverán,
me gustaba mucho sus batallas encarnecidas por el placer,
recuerdo su contingencia y lloro;
  mi nostalgia es abrumadora,
el instrumento de la vida me dice cuanto los añoro.
 Sí, esos días pletóricos de algarabía,
su solemnidad altruista en una eucaristía.
Aquellos días serán la voz de un profeta,
 la palabra de Dios leída como pan de vida.

Fénix!!!




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