SOY UN MITÓMANO

Desde tiempos remotos el ser humano inventó historias, discursos para intentar explicar una realidad, que parece inexplicable. Es así como nacieron las historias sobre el inicio, el fin y la evolución de nuestras vidas. Y es probablemente, la necesidad de comprender lo circundante la que hace brotar composiciones orales y escritas capaces de otorgar sentido al sin sentido. Entonces, nuestras vidas discurren y se insertan dentro de odiseas, peripecias o paraísos creados e inventados por el hombre mismo como una manera de reconstruir y reorganizar el cosmos, a veces, misterioso, ubicuo e inmenso. Y es pertinente decir que todos estos discursos contienen una verdad irrefutable, insoslayable, ya que cada sujeto que los crea concede al discurso un significado realmente significante para él. En estos devenires de la vida, incluso, lo insignificante tiene un significado y por eso que en este trayecto de construcción y deconstrucción nacen los mitos para llevarnos a otros mundos tratando  de comprender el cosmos desde vértices mucho más altos que los terrenales, es decir, trascendencia, el inicio y el fin de nuestros destinos, etc. ¿Acaso la vida no es un mito? ¿Acaso nuestras descripciones sobre nosotros mismos y el mundo no son un mito? ¿Acaso cuando tratamos de explicarnos la vida no intentamos crear mitos? Siempre me fascinaron los mitos y desde que el destino me permitió elaborar una visión sobre mí mismo y sobre la vida, mi vida ha transcurrido envuelta por mitos, por eso cada que vez que me describo invento mitos, de lo contrario, no hubiese podido soportar este mundo, a veces, cruel, represivo, que no me acompaña ni sueña conmigo, es más no se alegra de mis conquistas, no comparte mis ideas, ni siquiera mis pensamientos. Entonces, no imagino vivir en un mundo como este sin crear mitos. Probablemente, la única manera de sobreponerme a este mundo, es creando mitos, por eso puedo decir que los mitos me han permitido  elevar este mundo a un lugar desde donde pueda otear mi vida con optimismo y con ansias inconmutables de construir nuevos horizontes ¿Qué sería de mi vida sin los mitos? ¿Qué sería de mi vida si el mundo dejase de ser un mito? Afortunadamente, los ápices  de mi pensamiento me conducen al vientre de los mitos, entonces, La Verdad se esfuma, se evapora para dar lugar a mí verdad, a aquella verdad que probablemente necesita ser entendida fuera de este mundo o fuera de ella misma.
De aquí que sin una sombra de dudas puedo decir, que hasta ahora, he sido un mitómano y lo seguiré siendo fantásticamente.

Fénix!!!


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